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Por Nacho Barraquer 27 dic, 2022
A finales de 2021 al centollo del tenis mundial se le ocurrió mandar un mensaje en redes sociales felicitando las navidades a las fuerzas armadas españolas destinadas en puntos lejanos a sus domicilios. Empatizando con ellos por el hecho de no poder compartir con sus familiares estos días tan sensibles. Lo podía haber hecho el Presidente del Gobierno, el Ministro, o la Ministra, o la menestra de turno de Defensa pero jamás, jamás de los jamases, ni con un sobre de la FIFA…, hubieran conseguido el efecto viral que obtuvo. Desde todas partes del mundo y de manera espontánea nuestras fuerzas armadas le respondieron con videos regados con preciosas, y sentidas palabras de agradecimiento, al gesto que el astro de la raqueta había tenido. ¿Por qué Rafa consigue algo así si jamás ha empuñado un arma? Es sencillo, porque es un LÍDER en mayúsculas. Y además es un líder inspirador. La diferencia entre un líder motivador y un líder inspirador no siempre es conocido por todos. Motivación son motivos para entrar en acción y tiene un efecto de corto recorrido, un perímetro de alcance reducido y viene de fuera hacia adentro. Tu puedes motivar a tu empresa, a tus equipos, a tus amigos, a familiares y vecinos. Inspiración nace dentro y va hacia afuera, tiene alcance ilimitado, arrasa fronteras y no tiene fecha de caducidad salvo que así lo decida el líder o la líder. Uno puede inspirar a su empresa, pero también a su competencia, puede inspirar a su familia pero también al mundo entero. Inspirar no es motivar, y Rafa lo sabe. Hay muchas características propias de un líder inspirador y lo mejor es que se nace o no, pero desde luego que se puede practicar y conseguir. Me voy a centrar en unas muy básicas por las cuáles Rafa es un líder mundial inspirador y yo lo querría de CEO, incluso de Presidente del Gobierno: No es arrogante. Practica la humildad y trata a todo el mundo de manera idéntica sean estrellas del tenis, sean periodistas o sea el botones del hotel del Roland Garros. Derrocha sin escatimar sus talentos y sus dones. No los dosifica para cuando le interesa. Persevera y busca la excelencia. La mejora continua es el día a día de Rafa. Sabe abrazar y animar al rival cuando el partido ha finalizado. Da ejemplo. Cuando se inundó Mallorca se puso las botas de agua y estuvo dos días seguidos ayudando a sacar agua de los barrios afectados. Otro fue, se hizo la foto, y con un kleenex se limpió una mancha de barro en sus Sebago. Es íntegro. Aquello que piensa, aquello que dice y aquello que hace está alineado, no hay sorpresas, es coherente. Es fiel.Su relación de pareja denota que cuando se compromete con algo lo cumple incluso cuando por el camino has pasado de ser un Don Nadie a un Dios de la tierra batida. Sí, Rafa, tú eres un ejemplo para mí, tú eres Marca España y tú podrías ser el mejor CEO de cualquier empresa solamente creando un equipo potente, porque lo que se necesita ahí arriba del organigrama, tú lo cumples sobradamente. #gestiondelafelicidad #gestionempresarial #liderazgo #transformacionempresarial #coachingempresarial #gefe #elgefe #nachobarraquer #consultoria #formación #milennialls #genx #babyboomers #centennials #nuevasgeneraciones #rafanadal #tennis #primerolaspersonas #integridad #equipos #bienestarorganizacional #fidelidad #capitalhumano #perseverancia #humildad #talento
Por Nacho Barraquer 27 dic, 2022
Ojiplático me quedé cuando entrando a una reunión en una conocida mediana empresa española escuché en boca del CEO la frase que titula el artículo de hoy. El cuadro estaba un tanto torcido, lo reconozco, pero el mensaje del cuadro era muy claro (para casi todos…): LAS PERSONAS SON LO PRIMERO. Manda huevos… No es la primera vez que veo cosas del estilo, desafortunadamente. Una vez tuve una videoconferencia con el CEO de una de las empresas más importantes de Ecuador y muy interesado en mis cursos sobre liderazgo moderno me decía que su empresa vivía orientada a su gente, que su primer cliente era el empleado (colaborador suena mejor by the way) y que pretendían subir un nivel más. Cuando le pedí que me contactara con su directora de Personas (mal llamado departamento de RRHH) me dijo que sin problemas, que Clara seguro encontraría una manera de colaborar mientras que buscaba su email para hacer la conexión, y lo veía un tanto agobiado. No la encontraba, se llamaba Carla y no Clara, y no era aquello de “tenemos chica nueva en la oficina”, llevaba 4 meses en la organización… Se nos llena la boca con aquello de que el capital humano es lo más valioso de la empresa y no dudo de las buenas intenciones, pero el resultado es que, a veces, en la práctica, no sabemos desarrollarlo ni implementarlo. El o la CEO hoy sufre de varias dolencias, desde la soledad del ático hasta liderar en un entorno desconcertante, impredecible y oscuro. Además de todo esto, que no es poco, le añadimos el síndrome del impostor que todos, absolutamente todos, padecen en menor o mayor medida y la manera de defenderse siempre es construyendo una coraza emocional. Es una pared de hielo entre la dirección y su equipo. Si queremos demostrar que las personas son lo primero en nuestra organización, el primer paso es cambiar nuestros hábitos, a modo de check list, paso una serie de sugerencias básicas para que puedas evaluar en qué grado de compromiso real te encuentras ahora mismo y puedas tomar medidas correctivas: ¿Pasas tiempo de calidad con tu equipo? ¿Sabes el nombre de los hijos de tus colaboradores? ¿Conoces cuáles son los sueños y los temores de tu primera línea de reporting? ¿Tienes calendario de cumpleaños de tu plantilla? ¿Organizas mensualmente algún evento fuera del trabajo donde conectar y compartir con tu gente? ¿Escuchas y tienes presente todas las sugerencias antes de tomar una decisión estratégica? ¿Controlas o delegas? ¿Seguro? ¿Podrías estar de baja un par de meses con la tranquilidad de que tu equipo asume normalmente las decisiones y la responsabilidad de sus funciones? ¿Tratas a tu gente mejor que cómo te gustaría que te tratasen a ti? Sabrías, sin tener que preguntar, ¿cuál sería el regalo ideal en caso de un “amigo invisible” a cada uno de los integrantes de tu primera línea de reporting? Bueno, es una manera de empezar… porque la lista de preguntas es infinita. Pero estoy seguro que esta lista básica ya te ha hecho encender algunas red flags. Por cierto, mi cumpleaños es el 14 de marzo, mi hija se llama Sofía y para el amigo invisible puedes regalarte un libro mío, ese es mi regalo ideal donde ganamos los dos. #gestiondelafelicidad #gestionempresarial #liderazgo #transformacionempresarial #coachingempresarial #gefe #elgefe #nachobarraquer #consultoria #formación #milennialls #genx #babyboomers #centennials #nuevasgeneraciones #selecciondetalento #equiposdealtorendimiento #primerolaspersonas #tiempodecalidad #equipos #bienestarorganizacional #escuchaactiva #capitalhumano
Por Nacho Barraquer 27 dic, 2022
El mundo ha cambiado. Mucho antes del Covid, aunque para la mayoría de CEO´s haya sido la excusa perfecta para revolucionar la organización, para engranar la quinta hacia la digitalización. Además se ha disparado la adopción del mundo híbrido, remoto y presencial, con un frenético bautizo de 0 a 100 km/h en 6 días, de una manifestación con guantes de seda donde todo estaba fenomenal (máximo 2 o 3 casos dijo el experto) a Estado de Alarma ipso facto. Pero ya antes del 2020 había una demanda generalizada, especialmente por parte del talento joven, de un entorno laboral híbrido que permitiese: Disfrutar de más tiempo. Poner en práctica la famosa teoría de conciliación familiar con la que se llenaban la boca nuestros políticos en sus propagandas huecas. Contribuir a un clima más saludable. Aparcar de vez en cuando nuestros vehículos es como acariciar al Planeta y, para ser claros, ya vamos varias décadas de retraso con un mundo que sufre malos tratos continuados. Sentirse de vez en cuando en un entorno de seguridad y de tranquilidad, donde poder pensar y avanzar sin interrupciones y sin ruido de fondo. Y llegó el bicho. El lunes 16 de marzo de 2020 las oficinas del mundo entero chaparon la puerta. El Planeta estaba de baja por enfermedad. Lo que había sido un flirteo respecto al mix híbrido organizacional ahora era un matrimonio forzoso, y con mascarilla. Sí, quiero, por narices. Las primeras semanas aquellas empresas bien adaptadas al mundo moderno pudieron batallar con cierta dignidad. Entornos ya híbridos, venta online activa, organizaciones con suficiente material hard y software como para poder pasar una guerra recluidos, fueron las empresas que respiraron con cierta tranquilidad en un entorno de alta incertidumbre. Todo el resto de empresas, ya sabéis… A toro pasado hay algo que hemos aprendido de todo esto: Empresas que pueden operar en entorno híbrido sabrán sacar el máximo partido si saben gestionarlo. Que no es fácil. Liderar, coordinar e inspirar organizaciones bicéfalas, la parte on y la parte offline y al mismo tiempo, es un reto al que las empresas no han sido preparadas. Un desafío doble. Todos sabemos que si persigues dos conejos al mismo tiempo no cazarás ninguno, y en eso andamos, pollos sin cabezas tratando de cazar pares de conejos. Y todo esto por culpa del murciélago… Trabajar en remoto tiene lo bonito de poder conciliar mejor, de disponer de más tiempo y de utilizar esos momentos para concentrarse en temas estratégicos en un entorno tranquilo. No todo el campo es orégano. Trabajar desde casa también implica sentirse abandonado muchas veces, perder el contacto humano y eso es el peor de los castigos; los dos castigos más duros que existen son privar a alguien de su libertad y privarlos del contacto humano. Bien lo saben las prisiones de alta seguridad. Otro tema para revisar es el momento de desconectar. El famoso “se le ha caído el bolígrafo” ahora es algo más complejo trabajando desde casa. La mayoría de las personas habituadas al trabajo remoto aseguran tener serios problemas para diferenciar cuando acaba la jornada laboral de cuando empieza la vida personal. Hemos vivido muchas décadas de créditos emocionales positivos. Esas reservas se están agotando. Parte de las nuevas generaciones han entrado y salido de empresas sin haber siquiera conocido la oficina físicamente. Este talento joven no ha sabido empaparse de las grandezas del contacto humano, y repito que esas reservas que teníamos desde fin de siglo y hasta el 2020 empiezan a sucumbir y el efecto inmediato son las enfermedades mentales que según expertos ya se ha doblado en cifra comparado con 2019. Es tiempo de volver a las oficinas. Por lo menos en el porcentaje propicio de cada empresa, es tiempo de tocarse la piel, pero también hemos de entender por qué nuestra gente no quiere hacerlo. ¿Es la oficina un espacio inspirador, positivo y que ofrece un entorno de crecimiento personal y profesional? ¿Hemos adaptado las instalaciones al nuevo mundo? Si no hemos hecho los deberes “la vuelta al cole” será como los primeros días de guardería. Tengo muy claro que la fórmula perfecta no existe y ni siquiera en empresas del mismo sector. Cada organización decide quién lleva camisa y quién pijama, lo que es indiscutible es que una organización hoy debe tener un porcentaje híbrido óptimo, una selección de personal basada en talento y olvidarse de querer controlar, hay que delegar y transferir no sólo la libertad sino la responsabilidad también. Medir, iterar, pivotar y conseguir los resultados que la organización tiene fijados. Bienvenidos al nuevo mundo. #gestiondelafelicidad #gestionempresarial #liderazgo #transformacionempresarial #coachingempresarial #plandemia #gefe #elgefe #nachobarraquer #consultoria #formación #milennialls #genx #babyboomers #centennials #nuevasgeneraciones #hibrido #presencial #teletrabajo #selecciondetalento #equiposdealtorendimiento #vueltaalaoficina
Por Nacho Barraquer 21 dic, 2022
Desde aquel maravilloso momento en que el más reputado epidemiólogo, Fernando Simón, dijo aquello de que “en España habrá como máximo un par o tres casos de coronavirus” todo cambió. Todo. Bueno, menos su contrato laboral que siguió activo, otro gallo cantaría en la empresa privada… Y el mundo cambió. Yo pensé que nos haría mejores personas y hoy tengo dudas. Pensé que volveríamos con más valores y más orondos propósitos y hoy tengo dudas. De lo que no tengo duda alguna es que el mundo empresarial ha cambiado, y han sido modificaciones radicales sin vuelta atrás. No hay punto de retorno. Nunca fui un visionario pero creo que antes de la p(l)andemia ya visualizaba a las empresas del modo que hoy, todos esos cambios, se han acelerado y han venido para quedarse. Y me temo que quien no entienda que los siguientes puntos son la pura realidad, estará viviendo un tiempo pretérito en un mundo que ya no le pertenece y con unos resultados dramáticos a la vuelta de la esquina. Avisados quedan. Soy advisor, consultor y formador para empresas y todo esto que vemos ahora ya la mayoría de los puntos eran temas míos antes del Covid19, hoy sin duda me son más demandados que nunca: Los organigramas son inversos (el CEO abajo dando ejemplo) y el verdadero CEO es el consumidor final, el único que puede despedir a toda la empresa solamente haciendo una cosa: comprar a la competencia. Las estructuras ya no son departamentales de forma lineal. Hoy el centro es el cliente, con forma circular todos los departamentos giran alrededor del mismo, con fuerza centrípeta orientada al cliente y su experiencia como usuario y su satisfacción. Son el foco de cualquier tarea. El trabajo es híbrido. Hoy centennials en entrevistas de trabajo preguntan antes que el sueldo cuál es el porcentaje del teletrabajo en la empresa. Empresas que quieran fidelizar el talento joven deberán casar sus propósitos de vida con la misión, visión y valores de la organización. Los líderes han muerto. Hoy millennials y centennials demandan algo más, una evolución del líder, hablamos de gestores de felicidad, de Gefes con G. Estamos enfocados en la inteligencia artificial y los robots pero vaticino que por el 2030 las personas y su talento serán más decisivas que nunca, vaticino que los Directores de RRHH (o Humanos con Recursos, por Dios, ¡que ya es hora de cambiar este título de la época industrial!) ganarán más dinero que los CFO´s. Solamente las empresas que aborden, formativamente, la diversidad generacional lograrán sobrevivir. Vienen tiempos turbulentos donde sacar lo mejor de cada generación en un ambiente de confianza y crecimiento colectivo será garantía de éxito presente y futuro. Empresas con cultura de bienestar lograrán ebitdas felices. La cultura se desayuna cada mañana a la estrategia. Reunionitis, comités mensuales (¡y no semanales!) y altas cargas de EGO defendiendo resultados pasados son el testamento de una muerte prematura. Empresas líquidas con alta velocidad lograrán capear el vendaval. Pivotar e iterar ya no deberán ser solamente jergas de start-ups, empresas titánicas deberán aprender a surfear si quieren llegar a buen puerto. El EGO es de jefes con J, y es lo que más aleja a las nuevas generaciones. Gefes con G desarrollan habilidades blandas con sincero interés en que su gente crezca profesionalmente y personalmente. Las generaciones más jóvenes no cambian de empresa, cambian de “jefes”. Organizaciones con productos y servicios que no miren crear un mundo mejor morirán antes del 2040. Gracias con G. #gestiondelafelicidad #gestionempresarial #liderazgo #transformacionempresarial #coachingempresarial #plandemia #gefe #elgefe #nachobarraquer #consultoria #formación #milennialls #genx #babyboomers #centennials #nuevasgeneraciones
Por Nacho Barraquer 20 dic, 2022
Recuerdo la primera vez que le dije a mi abuela que yo era CEO, y me contestó: “Qué va chiquillo, ¡que tú eres hermosísimo!” Hay una línea muy estrecha que separa la figura del buen CEO, Chief Executive Officer, a al esperpento de un terrible FEO, Failed Executive Officer. Aquí van 8 mandamientos que algunos en solitario te acercan a la zona FEO, pero desde luego que si cumples la mayoría, o todos, te garantizo que eres un CEO fracasado, un FEO, así que evítalos a toda costa: Liderar desde el EGO y no desde el alma. Desde la razón y no desde el amor. Desde el demostrar y no desde el servir. Desde la ambición y no desde la colaboración. Hay dos polos opuestos pero con un puente muy veloz que los une. Confundir empatizar con escuchar, olvidarse de poner el corazón en la ecuación. Empatizar no va de ponerse en los zapatos del otro, va de ponerse en ellos y caminar con su talla, sintiendo sus mismos dolores. Llenar la agenda de eventos urgentes pero no importantes. Satisfacer el apetito insaciable del estrés sintiendo que estamos todo el tiempo ocupados sin atender la trascendencia (o no) de lo que estamos haciendo. No dedicar un tiempo para pensar, para pasar de estar in the business a estar on the business. Ver el bosque como un árbol que viene tras otro no es más que vivir en la carrera del hamster, de correr sobre hielo, el CEO debe elevarse unos metros sobre el suelo y mirar hacia dónde se dirigen sus pasos, sus estrategias y confirmar sus corazonadas. Olvidarse que el centro de la empresa es el consumidor final, el único que puede despedir a toda la empresa solamente comprando a la competencia. Si el organigrama no es circular con fuerza centrípeta, enfocando las decisiones en la satisfacción del cliente, la empresa tiene el tiempo contado, aunque algo más que el que tendrá su CEO, pues buscarán un bombero que intente apagar el fuego como última medida estratégica fallida. Padecer de reunionitis como desfiladero de ego´s que salen a merendar para analizar datos de hace un mes en un mundo donde ya hace falta tomar decisiones semanales con el ojo en el futuro. No entender que ya no se puede liderar equipos en función solamente de sus departamentos sino también de sus generaciones. La diversidad generacional y saberla gestionar es clave para atraer y fidelizar talento. Fichar personas que no despunten para parecer imprescindible. Los CEO´s mediocres fichan personas mediocres, con un punto menos, como el solomillo bien hecho, para parecer que el tuerto es el rey del país de los ciegos. La línea es estrecha y una vez se cruza no hay vuelta atrás. #empresasfelices, #resultadosfelices, #felicidadorganizacional, #gestiondelafelicidad, #gefe, #elgefe, #nachobarraquer, #milennialls, #genx, #babyboomers, #centennials, #CEO #liderempresarial, #zonaCEO, #motivacionequiposdetrabajo, #formación, #liderandoequipos, #gestiondeequipos, #coachingempresarial
Por Gforma - Servicios Formativos 31 oct, 2022
Los padres ya no tienen ese acceso ni control al entorno con el que sus hijos están creciendo, están aprendiendo y empapándose de otras personas. Es grave, porque además son analfabetos digitales la mayoría y, por más empeño que ponen, les faltan las herramientas para poder moverse con agilidad en el nuevo mundo digital de sus herederos.
por primera vez compradores saben más que vendedores, el mundo al revés, el retail inverso.
Por Gforma - Servicios Formativos 28 oct, 2022
Son ahora los vendedores los que se han convertido en los nuevos “enseñapisos” solo que ahora se les llama “entregapedidos” y requieren de casi menos esfuerzo que el vendedor de Apple el día del lanzamiento del último modelo.
El cliente es el rey, no hay más hostias.
Por Gforma - Servicios formativos 24 oct, 2022
Hoy las empresas que pretendan sobrevivir deben pasar de una visión orgánica lineal, modo tren, a un círculo dónde el cliente está en el centro y todos los departamentos giran alrededor de éste. Hoy pasamos de trenes a lagos, hoy tirar una piedra al lago te garantiza impactar de lleno con el que paga las nóminas, y esas ondas que automáticamente emana tras el pedrusco va afectando a todos y cada uno de los departamentos que rodean al cliente y su satisfacción, su experiencia con la empresa.
En mis ponencias, muchas veces uso el símil del avión como empresa.
Por Gforma - Servicios formativos 22 oct, 2022
En mis ponencias, muchas veces uso el símil del avión como empresa. Da mucho juego, no lo voy a negar, te permite jugar con la metáfora […]
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